Declaración del arzobispo Charles C. Thompson tras la muerte de George Floyd

La comunidad católica de la Arquidiócesis de Indianápolis está de luto por la muerte de un afroamericano en Minneapolis acaecida el 25 de mayo, así como por varios otros incidentes recientes de odio racial en todo nuestro país, incluida la violencia dirigida a una mezquita de Indianápolis el domingo pasado en Eid al-Fir, uno de los días más sagrados del calendario musulmán.

A raíz de la muerte de George Floyd en Minneapolis se ha desatado una ola de protestas y como cristianos no podemos hacernos la vista gorda frente a actos de violencia racial y odio. Estamos llamados a hacer lo que esté a nuestro alcance para poner fin a esta injusticia.

Tal como escribí en mi carta pastoral de 2018, titulada Somos uno con Jesucristo: “La justicia social sólo puede ser conseguida sobre la base del respeto de la dignidad trascendente del hombre. [...] Ninguna persona es ‘mejor’ que otra. Todos merecemos respeto. Todos tenemos derechos humanos fundamentales. Nadie está exento de la responsabilidad de apoyar y ayudar a los demás seres humanos, independientemente de que pertenezcan a la misma familia o comunidad, o que sean extranjeros que nos resulten de algún modo extraños. Puesto que cada persona humana ha sido creada a imagen de Dios, forma parte de la familia de Dios. Para los cristianos esto también significa que somos hermanos de Cristo y entre nosotros.”

La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos ha hecho un llamamiento a todos para que logren comprender mejor y escuchen las historias de aquellos que han sido víctimas de la injusticia racial, de manera que podamos encontrar formas sustanciales de promulgar un cambio sistémico.

Mientras celebramos Pentecostés este fin de semana, llamo a todos los católicos de la Arquidiócesis de Indianápolis a rezar por una efusión del Espíritu Santo para sanar el quebrantamiento que ha herido tan profundamente a nuestra sociedad. Recemos también por las manifestaciones pacíficas que realmente buscan una cura contra el mal del racismo. †