February 17, 2017

El rostro de la misericordia / Daniel Conway

El papa Francisco busca acercarse a los jóvenes

El papa Francisco tiene 80 años, pero sin duda tiene un espíritu joven. Su sonrisa, su forma saltarina de andar—aun cuando a veces renguee un poco—y la alegría que imparte a toda ocasión, dan fe de su espíritu joven.

Francisco es un papa que se dirige a menudo a los jóvenes. En verdad disfruta estar con los jóvenes y se llena de la energía positiva y el entusiasmo de los jóvenes y adultos jóvenes.

El mes pasado el Vaticano anunció que en octubre de 2018 se celebrará un sínodo episcopal para abordar el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.” El papa Francisco desea que los jóvenes sean el centro de atención “porque ustedes están en mi corazón.”

Los sínodos son para los obispos, pero el papa Francisco está resuelto a convertir a este sínodo en especial en una oportunidad para que los jóvenes participen en la vida de la Iglesia y para que los adultos llamados a servirlos escuchen con atención a estos jóvenes y acompañen a los integrantes de la “Iglesia joven” en su camino hacia una fe madura, fundamentada y vivida a plenitud.

“Me vienen a la memoria las palabras que Dios dirigió a Abrahán—señala el papa en su carta a los jóvenes—: “Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre a la tierra que yo te mostraré” (Gn 12:1). Estas palabras están dirigidas hoy también a ustedes: son las palabras de un Padre que los invita a “salir” para lanzarse hacia un futuro no conocido pero prometedor de seguras realizaciones, a cuyo encuentro Él mismo los acompaña». El papa Francisco convierte las palabras del Padre en un mensaje personal: “Los invito a escuchar la voz de Dios que resuena en el corazón de cada uno a través del soplo vital del Espíritu Santo.”

La intención del papa Francisco no es incitar a los jóvenes a alejarse de sus familias o a apartarse del mundo. Por el contrario, el papa explica que el llamado de Dios para Abrahán era una invitación vehemente, un desafío, a dejarlo todo y dirigirse a una nueva tierra para renovar al mundo y crear una nueva comunidad, el Pueblo Elegido de Dios. “Dicha tierra—plantea el Santo Padre—¿no es acaso para ustedes aquella sociedad más justa y fraterna que desean profundamente y que quieren construir hasta las periferias del mundo?”

Lamentablemente, hoy en día la palabra “vete” adopta un significado distinto, a saber, el de las consecuencias del abuso de poder, la injusticia y la guerra. Muchos jóvenes hoy en día sufren la amenaza real de la violencia y se ven obligados a huir de sus patrias. “El grito de ellos sube a Dios, como el de Israel esclavo de la opresión del Faraón” (cfr. Es 2:23).

El papa continúa: “También a ustedes Jesús dirige su mirada y los invita a ir hacia Él. ¿Han encontrado esta mirada, queridos jóvenes? ¿Han escuchado esta voz? ¿Han sentido este impulso a ponerse en camino? Estoy seguro que, si bien el ruido y el aturdimiento parecen reinar en el mundo, esta llamada continua a resonar en el corazón da cada uno para abrirlo a la alegría plena. Esto será posible en la medida en que, a través del acompañamiento de guías expertos, sabrán emprender un itinerario de discernimiento para descubrir el proyecto de Dios en la propia vida. Incluso cuando el camino se encuentre marcado por la precariedad y la caída, Dios, que es rico en misericordia, tenderá su mano para levantarlos.”

El Sínodo de los Obispos de octubre de 2018 no será meramente una oportunidad para que los obispos dialoguen sobre las necesidades de los jóvenes. Se distribuirá un cuestionario aprobado por el papa Francisco para que todos los jóvenes del mundo lo respondan. Estas respuestas se compartirán con todos los encargados de preparar el sínodo, especialmente los jóvenes que trabajarán como asesores y planificadores.

Durante los casi dos años de preparación para “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional,” la participación activa de los jóvenes de entre 16 y 29 años (aproximadamente) dará forma al sínodo y ayudará a los obispos y a otros participantes a escuchar con atención y a aprender más sobre los dones y los desafíos de la Iglesia joven.

Uno de los deseos más profundos del papa Francisco es caminar junto a los jóvenes. ¡Que la Sagrada Familia de Nazaret guíe al papa y a sus jóvenes acompañantes en cada etapa del camino!
 

(Daniel Conway es integrante del comité editorial de The Criterion.)

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